lunes, 22 de diciembre de 2008

AROMATERAPIA III

PRODUCCIÓN, EMPLEO Y PELIGROS

Con relación al uso de los aceites esenciales es conveniente conocer aquellos cuya ficha técnica indique un elevado porcentaje de toxicidad, ya que no necesariamente porque un aroma sea sumamente dulce y agradable es sinónimo de beneficio e inocuidad.
Hay que ser sumamente prudentes con dosis elevadas en el uso de algunos aceites que contengan pulegona, safrol o tuyona.


















La pulegona es el componente mayoritario (90%) del aceite esencial de menta poleo (Mentha pulegium), aunque no suele ser empleada en aromaterapia, es bueno saber que esta esencia puede causar problemas al ser administradas por vía oral.


El Sassafras officinale es un árbol de cuyas raíces y madera descortezada se obtiene un aceite esencial muy rico (sobre un 80%) en un fenol característico: el safrol. La esencia de sasafrás fue durante tiempo empleada en la elaboración de bebidas espumosas y hasta hace unos cuantos años recomendada en aromaterapia. Unas gotas mezcladas con miel, varias veces al día, tenían, por lo visto, propiedades estimulantes, sudoríficas, diuréticas y carminativas. Desgraciadamente se ignoraba en aquel momento que el safrol es más que probablemente cancerígeno a partir de ciertas dosis y que, por lo tanto su ingestión solo puede realizarse siguiendo escrupulosamente las normas recomendadas por la IOFI, máximo permitido un miligramo por kilo o litro en un determinado producto.


El aceite esencial de sasafrás sigue produciéndose en cantidades apreciables al ser el punto de partida para la obtención de una materia prima importante para la industria de los perfumes: la heliotropina.


El safrol está presente también, pero en muy pequeñas cantidades en otros aceites esenciales, como por ejemplo, el de nuez moscada (Myristica fragans). La tuyona es una cetona de olor característico presente de forma notable en unos cuantos aceites esenciales: los diferentes tipos de artemisisas, la Salvia Officinalis, el tanaceto Tanacetum vulgare y el cedro hojas Thuya occidentalis. Su empleo en productos alimenticios está todavía más restringido que el del safrol. (0,5 Mg por kilo o litro).


En cuanto a los efectos irritantes de los aceites esenciales a escala cutánea basta con citar unos cuantos ejemplos:


La destilación de la ruda (Ruta montana), que hasta hace años era de una cierta importancia en Andalucía y Extremadura, presentaba un grave problema de tipo cutáneo para el encargado de su destilación.


Las furocumarinas de la bergamota (Citrus bergamia), aceite esencial en ocasiones recomendado para la elaboración de lociones antisolares de fabricación artesanal, son fotosensiblizantes, lo que las hace en este tipo de aplicación, peligrosísimas para la piel ya que favorecen las quemaduras.

Todas estas advertencias no están hechas ni mucho menos, para desanimar a quienes aman y utilizan la aromaterapia. Se trata simplemente de conocer la realidad de que existen ciertos peligros que toda persona que quiera introducirse en este campo debe conocer. Por ese motivo es indispensable una adecuada formación para el adecuado uso de la aromaterapia.